PASAJE GÜEMES

 

La primer galería de Buenos Aires inaugurada el 15 de diciembre de 1915, simbolizaba una obra monumental y de avanzada en tecnología para la época que se veía desde la Plaza Congreso.

Antoine de Saint-Exúpery autor del Principito se alojó aquí en el sexto piso en el año 1931 cuando trajo como mascota de su viaje al Sur a una foca que alojaba en la bañera durante su estadía…

No eran tiempos de shopping pero un teatro estupendo en el subsuelo, los cafés y confiterías y las tiendas coloridas conformaban un escenario convocante que mostraba a un Buenos Aires apasionado por el progreso. La obra se inició el 15 de marzo de 1913 y finalizó 33 meses más tarde.

Al principio se pensó en levantar un palacio tan sólo sobre la calle Florida, pero luego se sumó al proyecto el Banco Supervielle, propietario del lote que miraba a San Martín optando así por un edificio-pasaje. La Galería fue considerada una de las obras cumbres de Art Noveau en Argentina.

La primer galería de Buenos Aires era inaugurada el 15 de diciembre de 1915, simbolizaba una obra monumental y de avanzada para la época que se veía desde la Plaza Congreso, durante dos años fue el edificio más alto de la ciudad, con sus 87 metros pero perdió el título en 1917, cuando levantaron el Pasaje Barolo en avenida de Mayo de 89 metros de altura, llamaba la atención su estructura edilicia formada por 4 cuerpos: tres de ellos con 6 pisos cada uno y otro de 14 pisos de altura, en la cima de la torre había un faro que servía de referencia a la embarcaciones que navegaban el Río de la Plata, un imponente rascacielos para la época de 26.500 metros cuadrados, terminaban en dos espectaculares cúpulas art noveau hechas de hierro y vidrio a 20 metros de altura, en el último piso la casa Grimaldi Sabirana y Cía, había instalado un poderos telescopio para que el público por solo 25 centavos gozara de observar una gran panorámica de la ciudad desde esa altura, el pasaje se ensancha en dos grandes halls con 8 columnas de mármol italiano de perfil clásico, 16 ascensores.

El techo de su nave principal, también era vidriado. La luz que bañaba todo el pasaje, duró menos de una década. Al poco tiempo la sociedad propietaria se fundió y, como no había dinero para su mantenimiento los techos se llenaron de goteras y se les empezaron a caer los vitraux.

Este estilo de pasaje cautivaba a quienes en la época visitaban Europa y tiene sus semejantes en el antiguo continente como las galerías Vittorio Emmanuele en Milán y las galerías del Príncipe en Bruselas, el terreno sobre el cual se levanta Pasaje Güemes tiene 29 metros de frente sobre la calle Florida y 20 sobre San Martín y 116 de largo.

El subsuelo estaba ocupado por un teatro y un amplio restaurant unidos entre sí por un amplio vestíbulo central que tiene 600 metros cuadrados de superficie. El último de los pisos era ocupado por un amplio comedor desde cuyas ventas se divisaba un panorama de la ciudad imponente.

En el acto de inauguración organizado por el Círculo de la Prensa se invitó a D. Ricardo Rojas a dar una conferencia en la sala de espectáculos, sobre la personalidad el general Güemes, asistieron el presidente de la república Victorino de la Plaza, ministros del poder ejecutivo, directores y cronistas de los diarios y revistas, el intendente municipal y otras personalidades.

Tocó en el acto la Banda Municipal y por la noche se efectuó una función inaugural en el teatro donde actuaron Duarte, parodista cómico, Trío Palos entre otros números.

Cuando se inauguró el pasaje los locales de planta baja eran ocupados por firmas importantes de la época, Cía. Argentina de Tabacos, Kalisay J. Greciet y Cía. (muebles), Luis Tirasso (vino de Mendoza), Biblioteca Argentina, Grimaldi Subirana y Cía. (óptica y precisión), A. F. Belahunde y Cía. (pianos), Martín Marcó y Cía. (cigarros habanos elaborados con materias primas del país), Van Riel (exposición de fotografía artística), Agua Mineral Salta y La Vascongada.

En aquella época en la cual se inauguró el Pasaje que provocaba furor en la ciudad siginificaba un remanso en medio del tumulto que siempre significó transitar por la calle Florida, siempre es como un respiro ingresar a el aislándonos inmediatamente del bullicio, transitan por este pasaje a pesar de esta sensación 25.000 personas por día.

Un edificio de avanzada tecnología futurista

Todo el edificio contaba con un moderno sistema de calefacción, ventilación forzada y refrigeración.

El teatro contaba con butacas montadas sobre una losa de hormigón armado que, a su vez, tenía apoyo pivotante capaz de cambiar la pendiente de la sala.

Un tablero luminoso que informaba acerca de la ocupación de las oficinas y un sistema de tubos neumáticos que servía de correo interno del edificio.

Ascensores capaces de recorrer 140 metros en 60 segundos.

Sistemas contra incendios que bombeaban hasta 24 mil litros por hora y que eran activados a través de alarmas eléctricas ubicadas en la planta baja y los subsuelos.

Curiosidades

El barco que traía los mármoles italianos para la fachada sobre Florida fue unidido por un submarino alemán.

La galería tiene sus fantasmas, como el de la joven artista del teatro de varieté que se arrojó sobre la cúpula atravesando los vitraux de colores.


Paraguas protector de doble vidrio con membrana plástica en el medio que protegen a las cúpulas.

Historia y actualidad

Durante décadas el Pasaje o Galería era el símbolo de la clase alta porteña, donde las señoras compraban ropa en su nave central.

Y a la vez hubo una época en la vida de este edificio en la cual había numerosos departamentos de solteros.

Para el año 1928 aproximadamente el Pasaje Güemes se había convertido en una caverna de deseos donde se mezclaban el pecado donde se encontraban kioscos donde se vendían

revistas con mujeres desnudas, en el cine ardían las luces donde pasaban inalcanzables películas condicionadas, luego en 1967 ya en la decadencia total del pasaje se quemó desde la entrada de Florida hasta la cúpula de hall central y hasta el bello teatro se había convertido en un local de striptease.
«Mi novia Irma, encuentra inexplicable que me guste vagar de noche or el centro o por los barrios del Sur, y si supiera mi predilección por el Pasaje Güemes no dejaría de escandalizarse…» escribió Julio Cortázar en El otro cielo. El protagonista del cuento era un muchacho que despedía su adolescencia en la galería, hasta principios de los años 80 fueron varios los que despedían su inocencia en los rincones del pasaje.

Los departamentos de soltero se comenzaban a convertir en oficinas en el año 1968, antes de esto Antoine de Saint-Exúpery autor del Principito se alojó aquí en el sexto piso en el año 1931 cuando trajo como mascota de su viaje al Sur a una foca que alojaba en la bañera durante su estadía.

La noche del 27 de febrero de 1917 se presentó en su sala teatral el Zorzal Criollo, Carlos Gardel.

Por su teatro pasó también Pepe Biondi en sus comienzos acutando como payaso y haciendo malabares.

Desde el subsuelo transmitía Radio Libertad dirigida por Alejandro Romay.

También aquí Alan Parker dirigió a Madonna y a Antonio Banderas en Evita y Leonardo Favio filmó Gatica.

Pero a partir de 1977 la decidida acción de una nueva administración enderezó el destino inicial que el pasaje como obra monumental se merecía.

En la galería se instaló en el año 1917 el primer local de la cadena Bonafide destinado a la venta de café e instalando la primera tostadora de granos de café un hecho inédito para esa época.

El bar más tradicional de la Galería es el Boston City donde en los inicios solo los hombres podían sentarse a tomar café.

Desde hace cincuenta años es famosa por los locales de venta de perfumes importados donde muchos de estos especialistas ya hace tres décadas que ocupan su lugar indiscutido en las instalaciones de planta baja.

En el presente llegó el momento de que volvamos a disfrutar de esta maravillosa obra gracias a su actual administración y a los aportes de quienes ocupan el pasaje.

En el subsuelo desde el año 2004 el Complejo Astor Piazzolla ha restaurado cada centímetro del antiguo y bello teatro brindando un espectáculo de nivel internacional de Tango con cena incluída.

Actualmente hay en el edificio 350 oficinas en las cuales prestan servicios profesionales desde abogados, médicos y profesores, masajistas, peluqueros y perfumistas.

RESTAURACION DEL
PASAJE GALERIA GÜEMES

El trabajo de restauración que se viene llevando adelante en la galería desde 2005 ha comenzado a rendir sus frutos, se recuperó el perfil original del domo que da a la calle Florida y de su cúpula vidriada central, se han pulido los apliques de bronce, con una inversión inicial de $850.000 se puso en marcha este proyecto de recuperación del valor histórico que esta galería tiene convirtiendose en un punto más de atracción turística en la ciudad de Buenos Aires.

En el año 2005 Galería Güemes SAI contrató los servicios del arquitecto Reinaldo Lemos para encarar los trabajos de restauración del Pasaje Galería Güemes con las premisas de respeto por las estructuras originales, por más de sesenta años las cúpulas que coronan esta imponente estructura han estado ocultas por el cemento, primero fueron cubiertas por metal desplegado y se cargaron con concreto para ocultarlas e impedir que se continuaran viniendo abajo. Para trabajar en su restauración y no tener que clausurar el pasaje, se trabajó fundamentalmente en horas de la noche, se levantó un andamio de quince metros de altura llegando hasta la base de cada cúpula, en ese nivel se armó un piso técnico para que los obreros puedan trabajar con comodidad dentro de la cúpula.

La herrería fue recuperada íntegramente y al no tener rastros de la pintura original se la pintó de negro en base a documentación de la época. El arquitecto José María Peña ex director y fundador del Museo de la Ciudad y la gente de la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires aportaron su asesoramiento en el proyecto de restauración.

En ocasiones en la cuales había solo algunos elementos originales que se encontraban en buen estado hubo que encarar su fabricación con artesanos especialistas y reproducir fielmente esos faltantes, esto se ha tenido que hacer con 24 huevos que había en cada cúpula de los cuales había solo tres, se han fabricado moldes para luego reproducirlos en fundición, un trabajo increíble de restauración.

En cuanto a los vidrios de las cúpulas ha demandado un acabado estudio para lograr la curvatura original, ya que es tan pronunciada que todos los vidrios que se trataron de utilizar, en el principio se partían, para esto han tenido que recurrir a unos artesanos de Azul en la provincia de Buenos Aires, los vidrios que se utilizaron son de 4 sobre 4 milimetros con una membrana plástica en el medio, lo cual implica un impotante sistema de seguridad para evitar roturas accidentales de los vidrios ya que debajo de las cúpulas transita continuamente gran cantidad de gente y además de esto en la parte exterior sobre las cúpulas se encuentra una especie de paraguas protector también de doble vidrio con membrana plástica en el medio esto determina un gran sistema de seguridad para la preservación de estas maravillas de la arquitectura.

Se recuperaron los mármoles y granitos de las paredes y se pulieron los objetos de bronce y se los cubrió de laca para evitar su mantenimiento y deterioro, y se pulieron las columnas de mármol italiano que tenían una capa de suciedad de 2 milímetros de espesor.

En el arco de la entrada principal y el techo de la bóveda, cerca de las ventanas y del cielo raso, hay frescos celestes y dorados que se recuperarán en una segunda etapa de restauración.

Pasaje Galería Güemes fue declarada sitio de interés cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 2000.

Su arquitectura fue inspirada en las grandes galerías mundiales de la época, como la GALERÍA VITTORIO EMANUELE II, en Milán, Italia (más información) realizada en el año 1865 y el Pasaje Mädler en Leipzig, Alemania (más información).

Agradecemos muy especialmente al Arquitecto Reinaldo Lemos encargado de la obra de restauración de la Galería por la información y colaboración proporcionada así como al administrador de la Galería.

INFORMACION RELACIONADA:

Más información>>>

PASAJE BAROLO,

Buenos Aires, Argentina

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GALERIA VITTORIO EMANUELLE II,

Milán, Italia

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PASAJE MÄDLER,

Leipzig, Alemania

El edificio que cobija en su planta baja el Pasaje Galería Güemes que comunica a la calle Florida con la calle San Martín ubicado en el microcentro de la Ciudad de Buenos Aires tiene acceso por Florida 165 y se comunica con San Martín 1

Esta gran obra la mandaron a construir dos comerciantes salteños Emilio San Miguel y David Ovejero, dueños de gran fortuna y propietarios de la casona de 1830 que había en el terreno, fue desde el principio un proyecto muy costoso y eligieron a uno de los arquitectos de moda a principios de siglo, el arquitecto italiano Francisco Gianotti, el mismo que proyectó la Confitería del Molino, en Rivadavia y Callao.

FOTO: Dibujo de la parte exterior del Pasaje Güemes tal como apareció en la Revista Técnica de Arquitectura en enero de 1916.