PASAJE DE LA PIEDAD

Se agradece al Dr. José María Rodríguez y Dr. Rogelio Carlos Rodríguez el aporte del presente material.
FUENTE: «El Pasaje de la Piedad, Buenos Aires», por arquitecta María Marta Lupano  y arquitecta Susana Mesquida (Inédito) Consejo de Planificación Urbana.

El Pasaje «De La Piedad», antiguo nombre de la calle que fuera rebautizada en 1901 como Bartolomé Mitre, se encuentra frente a la iglesia de La Piedad y es quizás el más conocido y por otra parte el más atípico por su planta en U. Esta planta permite aprovechar los lotes profundos de 50 metros de la manzana, mediante la generación de una calle paralela a Bartolomé Mitre y que se une a ésta mediante dos accesos perpendiculares.Está conformado por dos familias de prototipos: los que se alinean a la fachada con locales comerciales en la planta baja, sobre la calle Bartolomé Mitre y en ambos accesos, y los que tienen retiro de fachada con antejardín que se ubican en el corazón de la manzana. Fue construido por Arturo Gramajo, y por deseo de su esposa María Adela Saraza de Atucha, entre los años 1888-1900, en tierras heredadas por ella y que habían sido adquiridas por su padre, Jorge Atucha, en fracciones durante los años 1853, 1854 y 1857.

Hubo un largo proceso de construcción, comenzándose de atrás -fondo- hacia adelante -frente-; hasta el momento no se ha resuelto el problema de la autoría de este proyecto por falta de localización de los planos originales. Gramajo había actuado en diplomacia, y durante el gobierno de Victorino de la Plaza, se hizo cargo de la Intendencia de Buenos Aires, desde 1914 a 1916. Fue, además, presidente de la comisión administradora de fondos, constituida en 1893, para la terminación del templo de la Piedad.

El pasaje tiene varios estilos arquitectónicos de la época de fines del siglo XIX recogiendo la influencia francesa e italiana del año 1880. Esta diversidad no sólo responde a diferentes momentos de su construcción sino también al eclecticismo propio de la época y de sus inspiradores: «La Generación del ’80», caracterizándose especialmente en el interior del pasaje por la construcción de típicos jardines delante de la edificación, sus balcones y sus rejas. El acceso es vehicular, restringido por sus reducidas dimensiones. Funciona como calle interior. La parte construida se organiza según cuatro bloques de departamentos, los que contienen un total de 114 viviendas, de las cuales 49 tienen acceso por el pasaje y las restantes sobre las calles Bartolomé Mitre, Montevideo y Paraná. Las plantas bajas, que dan sobre éstas tres últimas, se abren hacia ellas en forma de locales.

Las unidades responden a un esquema prácticamente similar, diferenciándose únicamente las ubicadas en las esquinas de los bloques. Se superponen agrupadas de dos en dos con una circulación vertical común y se vuelcan hacia las calles y hacia un patio de aire y luz también común. A fines de siglo pasado Buenos Aires sufre grandes transformaciones de su trazado hispano, para adquirir un paisaje marcadamente cosmopolita. Se incorporan grandes inversiones en edificios para renta, y conjuntos de viviendas construidos con la misma finalidad, con calles internas que le dan acceso. El fenómeno de la subdivisión de la tierra y su máximo aprovechamiento en las áreas urbanas conforma una realidad a la cual la arquitectura no puede evadir.

El Pasaje de la Piedad fue habilitado una parte en 1888 y el resto de la construcción hacia 1900, circunstancia que se nota en los estilos de su arquitectura. En el año 1997 fue incluido dentro de las Áreas de Protección Histórica de la ciudad de Buenos Aires, normativa creada en 1989, que protege sectores de valor patrimonial como San Telmo y Avenida de Mayo, por ejemplo, y que paulatinamente irá incorporando nuevas áreas. Mediante un proceso de catalogación se definen los edificios por sus valores patrimoniales, sujetos a niveles de protección y posibilidades de intervención.